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50% de los estudiantes chilenos piensan que no es grave faltar al colegio si cuentan con la justificación de su apoderado.

 

Estar enfermo, hacer un trámite, no tener ganas de ir al colegio y tener responsabilidades familiares son las principales razones para faltar a clases que entregan los y las estudiantes encuestados.


El año 2022 pasó a la historia por ser el año con mayor ausentismo escolar de la última década.
En este contexto, Fundación Presente, organización que desde hace 10 años trabaja asesorando colegios en la prevención del ausentismo crónico y la promoción de la asistencia escolar, realizó durante el 1er semestre de 2023 la 1ra Encuesta de Creencias sobre Ausentismo Escolar, que fue respondida por 5.297 estudiantes de 6to básico a 4to medio de las regiones de Atacama, Valparaíso, Metropolitana, Bío Bío y Los Lagos.
Sus resultados podrían dar luces de por qué son tan altos los niveles de ausentismo escolar en nuestro país.
Si bien la gran mayoría de los y las estudiantes está de acuerdo con la afirmación “faltar a clases sí tiene repercusiones negativas para mí” (65%), el 49,9% de los y las estudiantes que respondieron la encuesta, piensa que no es grave faltar al colegio cuando su apoderado lo justifica.
“Esto refleja una mirada administrativa respecto de la asistencia, en la que hemos transmitido a los y las estudiantes la importancia de justificar, más que la relevancia que tiene para sus vidas el asistir regularmente a clases”, explica Rebeca Molina, directora ejecutiva de Fundación Presente.

¿Cuáles son las principales causas de la inasistencia?
Estar enfermo destaca como la principal causa de faltar a clases, pero hay un gran número de ausencias que no tienen relación con la salud. Ante la pregunta: “Durante el semestre pasado, las veces que tuviste que faltar al colegio fue porque”, los resultados son los siguientes:

  • Estaba enfermo 79,2%
  • Tuve que ir a hacer un trámite (ejemplo sacar pasaporte o carnet) 24,9%
  • No tenía ganas de ir al colegio 20,9%
  • Tenía responsabilidades familiares (ejemplo cuidar a alguien en la casa) 20,9%
  • Condiciones climáticas difíciles 18,9%
  • Tuve problemas en la casa 17,8%
  • Mi apoderado me dejó faltar 12,3%
  • Tenía cosas más importantes que hacer 9,9%

Respecto a cómo se sienten dentro del colegio y al orgullo de pertenecer a una comunidad educativa, destacan:

  • Un 52,3% de los y las estudiantes pocas veces siente que es importante para el colegio (2.414 estudiantes)
  • Un 38,4% pocas veces siente orgullo de estar en el colegio (1.773 estudiantes)
  • Un 31,8% pocas veces siente que puede ser el/ella mismo en el colegio (1.467 estudiantes)
  • Un 29,6% pocas veces siente que es parte del colegio (1.362 estudiantes)
  • Un 25,4% pocas veces se siente bien en el colegio (1.180 estudiantes)

Ante estos resultados, Rebeca Molina reflexiona: “¿debemos tirar la esponja y asumir que el sistema escolar debería asumir bajas tasas de asistencia? Por lo menos por ahora, no. La evidencia ha mostrado cuán relevante es que los y las estudiantes asistan a clases regularmente para lograr el objetivo de desplegar al máximo sus potencialidades sociales, aprendizajes académicos, proteger su bienestar, salud mental y acortar las brechas sociales”.

¿Qué pasa con los y las apoderados?
La encuesta también quiso indagar en el conocimiento que tienen los apoderados sobre el ausentismo, la valoración de la asistencia y el compromiso escolar.
En Chile, el año escolar tiene un promedio de 180 días de clases. Se considera ausentismo crónico cuando un estudiante falta el 10% o más de los días escolares del año, es decir, más de 18 días, que equivale a un mes de clases.
El ausentismo crónico causa un grave daño en los estudiantes: mayores dificultades para la lectoescritura, peor rendimiento académico, dificultades para establecer relaciones de confianza en la escuela, mayores probabilidades de desertar y mayores periodos de cesantía en la adultez son algunos de ellos.
Ante la pregunta ¿cuántos días aproximadamente debería faltar un estudiante para que sea grave?, la respuesta promedio fue 45,1 días, que equivale a 9 semanas, 5 semanas más que lo que se considera ausentismo crónico.
“En nuestra encuesta, los apoderados declararon que consideran grave el ausentismo cuando las ausencias superan los 45 días, cuando es sabido que sobre 18 días de ausencias conlleva una serie de consecuencias negativas. Es urgente generar conciencia que nuestros estudiantes no se recuperarán en lo socioemocional ni académico si seguimos con este ritmo de inasistencias”, concluye Molina.