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Febrero llega a su fin y muchas familias ya han comenzado a prepararse para un inicio de clases cada vez más próximo. Compra de uniformes y útiles escolares puede ser el punto de partida, pero ¿qué otras cosas se pueden hacer para enfrentar de mejor manera el mes más difícil del año?

 

Se acerca marzo y con él el estrés. El fin de las vacaciones da paso al inicio del año escolar, vuelta a la rutina, poner el despertador muchas veces más temprano de lo que se quisiera, tacos, gastos en uniformes y útiles escolares, sumados muchas veces a matrículas, y todavía calor, una combinación fatal que puede estresar a cualquiera.

Fundación Educacional Presente, organización que trabaja desde hace casi una década con colegios públicos y privados asesorándolos por fomentar la asistencia a clases y disminuir los altos índices de ausentismo escolar que existen en nuestro país, alerta que marzo es un mes clave para la asistencia.

Rebeca Molina, directora ejecutiva de la Fundación, comenta que “existe un patrón claro que se presenta todos los años: marzo es el mes en que los ausentes crónicos (aquellos que faltan más del 10% de los días de clases del año) tienen un mayor porcentaje de asistencia, porcentaje que va disminuyendo con el paso del año escolar. Si no logramos que los niños vayan al colegio en este mes, más difícil va a ser durante el resto del año”.

Así, ¿cómo enfrentar este nuevo inicio del año escolar con motivación y energía, para que los estudiantes no falten a clases? La Fundación Presente entrega las siguientes recomendaciones:

No esperar hasta el último día para ponerse en “modo colegio”. Se recomienda comprar el uniforme y los útiles escolares con anticipación, de manera de tener tiempo de etiquetar lo necesario y tener todo listo para el primer día de clases. También se sugiere hacer partícipes a los niños de este proceso, por ejemplo, que puedan escoger el diseño de los cuadernos, o un nuevo estuche. Se sentirán parte del proceso y con poder de decisión.

Ajustar rutinas. Es difícil pasar de los meses de verano con horarios flexibles a la rutina del año escolar. Se recomienda ajustar el horario de ir a la cama entre 2 y 3 semanas antes, de manera de asegurar un sueño reparador y que no les sea tan difícil levantarse los primeros días.

Motivar a los niños con la vuelta a clases. Es importante que los niños no escuchen a sus padres hablar con desgana de la vuelta a clases, ya que sin darse cuenta le estarán transmitiendo desmotivación a sus hijos. Se sugiere conversar con ellos sobre el nuevo año escolar que comienza, sus expectativas, el reencuentro con los amigos, hacerles preguntas sobre lo que esperan del año, darles consejos, entre otros.

Darle importancia a cada nivel educativo. Ya sea que el hijo entre a prekínder, primero básico o cuarto medio, se debe dar importancia a cada uno de los niveles educativos, ya que todos son diferentes y en cada uno de ellos se logran aprendizajes significativos para la vida.

Enseñarles a los hijos habilidades de organización. Cuando los niños son organizados se mantienen concentrados más fácilmente que cuando están buscando las cosas y no saben dónde las tienen. Tener los materiales necesarios en la mochila, un espacio ordenado en casa para hacer las tareas, enseñarles a usar un calendario para organizar la semana, entre otros, los ayudará a ganar habilidades de organización necesarias no sólo para la escuela, sino para la vida.

Llevar al hijo a conocer el colegio: en el caso de niños que entran al colegio por primera vez o que por algún motivo se han cambiado de establecimiento, una buena idea previo al inicio de clases es llevarlos a conocer el colegio para bajar el nivel de ansiedad.

Organizar la logística escolar: se recomienda al menos una semana antes del inicio de clases tener claro cómo se irá el hijo al colegio y cómo regresará a casa. Ya sea transporte escolar, transporte público, turno con otros apoderados, es importante que el niño sepa con quién volverá a casa, el lugar donde debe esperar a la salida de clases, entre otros.

Proponer metas y objetivos: comenzar el año es un buen momento para fijar metas y objetivos de lo que se espera del año. Por ejemplo: aprender a leer, mejorar el nivel de inglés, aprender algo nuevo en matemáticas o ciencias. Esto permitirá que los niños empiecen las clases con más energía.