Skip to main content

Señor director,
Empatizamos profundamente con aquellos padres y apoderados que estuvieron dispuestos a realizar largas filas e incluso acampar fuera de los establecimientos con tal de conseguir un cupo para sus hijos en colegios de excelencia. Sabemos que la educación de calidad cambia la vida.

Pero recordemos que no basta con la matrícula; para que se beneficien de la escuela, es fundamental que niños, niñas y jóvenes asistan regularmente a clases.

Antes de la pandemia, alrededor de 1 millón de escolares presentaba ausentismo crónico. Ojalá los padres que acamparon en enero no se olviden de esto en marzo.

 

Rebeca Molina
Directora ejecutiva
Fundación Educacional Presente