Señor director,
A propósito del asalto de la semana pasada perpetrado por dos jóvenes, quienes a esa hora deberían haber estado en el colegio, nos preguntamos: ¿qué estamos haciendo mal para que elijan la delincuencia por sobre la educación?
En 2023, el Ministerio Público registró 36.468 causas protagonizadas por adolescentes (14 a 17 años). La tasa de detención de menores involucrados en delitos violentos se incrementó en un 15%. Paralelamente, cifras del Mineduc indican que 50.814 estudiantes se desvincularon del sistema educativo en 2023.
¿Existe una relación entre ambas estadísticas? Lamentablemente, quienes abandonan la escuela o tienen una asistencia irregular están en mayor riesgo de involucrarse en conductas delictivas.
Existe amplia evidencia sobre el impacto positivo de la escuela como un espacio protector, pero como sociedad no estamos dándole esa importancia. En los 10 años de Presente, hemos visto clases que se suspenden y adultos que permiten el ausentismo. Debemos lograr que todos los niños, niñas y jóvenes estén en el colegio. Porque si no están en clases, ¿dónde están?
La relación entre deserción escolar y delincuencia juvenil es innegable y requiere una acción inmediata y coordinada. Debemos invertir en programas de retención escolar, ofrecer apoyo emocional y académico a los estudiantes en riesgo, y adaptar nuestros sistemas educativos a las necesidades actuales. También fortalecer el vínculo entre la comunidad, las instituciones educativas y las familias, para crear un entorno que valore la educación como una herramienta fundamental para el desarrollo.
Es crucial dar la importancia que se merece a la asistencia escolar. El ausentismo genera vulnerabilidad, inequidad y riesgo social.
Rebeca Molina L.
Directora ejecutiva
Fundación Educacional Presente