Esta semana se dieron a conocer los esperados resultados del SIMCE 2022. Se ha analizado muchísimo el estancamiento de los resultados en lectura y la baja en matemáticas, sobre todo en las mujeres.
En su reporte de resultados, la Agencia de Calidad destacó 4 conclusiones principales a partir del SIMCE 2022, y me quiero detener en una de ellas: Los estudiantes que consideran importante para su futuro ir regularmente a clases obtuvieron mejores resultados académicos en el Simce.
El nivel de valoración se mide junto a otros indicadores de Desempeño Personal y Social a través de un cuestionario que apoderados y estudiantes de 4to Básico y II° Medio responden en los días cercanos a la toma de la prueba SIMCE.
Los estudiantes que mostraron valorar la asistencia escolar, lograron en cuarto básico, 4 puntos más en matemáticas y 8 puntos más en lectura respecto de sus compañeros. En el caso de la enseñanza media, la correlación es incluso más fuerte, pues quienes mostraron mayor valoración por la asistencia obtuvieron 11 puntos más en matemáticas y 15 puntos más en lectura.
¿Este hallazgo es una novedad absoluta y una revelación? La verdad es que no. Podemos encontrar diversas investigaciones con datos chilenos e internacionales que muestran con fuerza la relación de las expectativas, la valoración de la asistencia y los resultados de aprendizaje.
En Fundación Educacional Presente llevamos una década promoviendo la valoración por la asistencia, no solo en los y las estudiantes, sino en todos los actores del sistema escolar en las distintas regiones del país.
Actualmente, en conjunto con el Gobierno Regional Metropolitano y las fundaciones que son parte de Bien Público, estamos implementando un plan piloto para la retención escolar en 20 establecimientos de la Región Metropolitana, cuyo foco principal está puesto justamente en generar valoración y una cultura de altas expectativas de involucramiento, para asegurar trayectorias y fortalecer el desarrollo de los y las escolares.
Este plan tienen un monitoreo intensivo de los resultados y pretende ser un primer paso para generar política pública. Se ha logrado llevar a cabo gracias a una inédita alianza público privada, en la que todos los involucrados están convencidos que la asistencia regular a clases es condición base para el bienestar, desarrollo y aprendizaje de los y las estudiantes.
Entonces, protejamos la asistencia a clases. Evitemos a toda costa las suspensiones. Adelantémonos a los problemas que sabemos que ponen en peligro la presencialidad. Y, sobre todo, enfoquémonos en que nuestras escuelas sean espacios significativos cada día, para cada estudiante. Porque, si no están en la escuela, ¿dónde están y qué están aprendiendo?
Rebeca Molina
Directora ejecutiva
Fundación Educacional Presente